¿Porqué Pueblo Güanche?

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A nadie con un mínimo de conocimiento sobre todo lo que se ha escrito y dicho, sobre los habitantes de las islas a la llegada de los europeos, se habrá dado cuenta y seguramente habrá asumido, que los primeros pobladores nos son presentados como siete pueblos distintos, con costumbres e idiomas distintos. Y hasta parecería normal que así fuera, teniendo en cuenta eso que llaman “el hecho insular” y la supuesta ignorancia de la navegación de nuestros antepasados. Esto es algo que se le ha enseñado a todos los canarios en todas las épocas y desde todos sitios.
La verdad es bien distinta. Hasta tiempos relativamente bastante cercanos se negaba incluso la procedencia norteafricana de los primeros pobladores de las islas, a pesar de que las pruebas eran tan manifiestamente aplastantes; Cuando no quedó otra que aceptarlo a regañadientes, fue con el pero de que “los habían traído otros pueblos hace poco...”. Luego que sí, que vale, pero venían de Europa porque el Cromañón vino de allí, luego pasó a África y a Canarias. Ahora, otra vez que las pruebas empíricas se hacen insoportables, “se admite un poblamiento anterior (A lo que ellos dicen) y por medios propios, con todo lo que ello implica.

¿Y qué implica todo esto? Pues que cuanto más retrocedemos en la fecha del primer poblamiento de las islas, más manifiestas resultan todas las mentiras, patrañas y cuentos chinos que se nos han vendido a lo largo de todos los tiempos. Porque hasta el establecimiento de griegos y fenicios el litoral mediterráneo del Norte de África, solo hubo una Raza, el Metchoide o Cromañón Güanche en todo el Área sahariana, portador de un bagaje cultural y material que ha sido y está siendo documentado en todo este marco geográfico (Dentro del cual estamos nosotros), desde el Paleolítico Medio hasta la actualidad.
Y no vino de Europa, sino de lo que actualmente se llama “Edén africano, o Cuna de la Humanidad”, un lugar situado en una zona mal definida del Centro-Este de África, donde evolucionaron los primeros homídos. Es decir, que antes que a Europa, llegaron al Sahara, y de ahí, vía Estrecho de Gibraltar y vía Oriente Medio, se extendieron por Eurasia y América.

Así pues, todo este mundo pre- Mazigio y Mazigio, hunde sus raíces en todo un bagaje racial, cultural y religioso que se remonta hasta las etapas más antiguas del poblamiento norteafricano, por lo que podemos afirmar que ni eran pueblos distintos ni tenían idiomas y culturas distintas.

Si tras la caída del Imperio Romano, un “ente” con una unidad Política, Legal, Monetaria, e Idiomática dio paso a la constitución de los diferentes reinos y estados que le sucedieron, que acabaron siendo “entes distintos”, con distintos tipos de organización política (Relativamente), con distintas leyes, sistemas monetarios, y aún distintas interpretaciones de la misma religión, esperar que en épocas remotas de la Historia del Hombre, se tuviera el mismo grado de organización político- social que en la romana, para poder definir a “alguien de Pueblo”, es como mínimo un sin sentido.

Sobre todo teniendo en cuenta que, aún dentro de un mismo Estado, a menudo conviven grupos con costumbres parecidas o distintas, con palabras, formas de hablar y toda una serie de características que los hacen “diferenciarse” de sus vecinos, aunque ambos formen parte de ese mismo ente llamado “Estado”, País, etc. quiero decir con esto, que dentro de ese gran país sahariano, a medida que fueron pasando los milenios, cada grupo, clan, tribu, etc., de ese “Corpus cultural común”, fueron evolucionando, desarrollándose localismos, entrando en contacto con otras culturas, adquiriendo, dejando de lado elementos, transformando lentamente la herencia cultural.
Si se admite como normal para la brillante Europa Grecorromana, debe hacerse para el Sahara. Si además, como en el caso de Canarias, existe la inconveniencia de ser islas, más debe entenderse cierta diversidad sobre una misma base racial y cultural. Así hasta la llegada de Grecorromanos al Norte de África y los europeos a Canarias. Por tanto un Pueblo, una sola Cultura. Lo demás son ganas e intentos de que nos avergoncemos de nuestra “herencia”, esos “cavernícolas ignorantes e incapaces que vivían en la edad de piedra, y que gracias a los europeos tuvieron una cultura y una religión y dejaron de estar aislados en medio del mar y ....” Boberías. Justificaciones estúpidas que no justifican nada y que la moderna Arqueología, la Etnografía comparada, la Tradición Oral y tantos y tantos elementos empíricos se encargan de desmontar poco a poco.

Somos, guste más o menos, los herederos de un Pueblo que fue el primer poblador de esta tierra nuestra, receptores de una Cultura que casi desapareció, pero que basta observar un poco y verla viva, con otros ropajes y oropeles tal vez, pero viva, latente, esperando tan solo que se la identifique tal como es. Somos un Pueblo, tenemos una Cultura propia, y no somos- nos negamos a serlo- “unos pobrecitos que fueron recatados para la Historia”. No somos huérfanos, simplemente hemos estado dormidos. Hora es ya de que despertemos.
Próximamente, publicaré un artículo sobre el Primer poblamiento de las Islas, haciendo unas cuantas reflexiones sobre el cuando, el como y el porqué. El “de dónde” ya se sabe más o menos. Ahul.

Rukaden Ait Anaga